El Astrófilo X




En la verde alameda del templo, el poniente
se hunde en un azul que se dispersa en lo profundo.
Ya el hábito del perlado planeta de hendir su luz
en la piel vegetal del rosado loto, ya surge
la primigenia estrella tejiendo un héroe en la proa
de sus milenios, ya el mar cósmico surca la noche
con olas de roja luna, ese resplandor, que en su música,
sangra un hilo de lluvia que se vierte en las arenas.
Ahora yo, deudor del cielo y de su astronomía,
repito en la memoria un acertijo de maestros orientales:
La corriente rápida no arrastra la luna.
En la noche cósmica mis ojos son un espejo,
reflejan el curso inmóvil del firmamento; multiplican,
perplejos, el universo en una gota de agua.

(C) Wilson Pérez Uribe


El Astrófilo IX




Yo no sé, amigo astrónomo, dónde deslía
su enigma de sombra la luz, ni cuándo, invisible,
la Tierra flota en la órbita corva del espacio.
A mi soledad la asaltan otras más frágiles,
extrañas y dispersas preguntas:
por qué en la brumosa Vía Láctea arde,
intemporal, una rosa pulsátil de mis pétalos.
Dónde yacerá el llanto rojo, azul, violeta
del antiguo astro que ha colapsado en sereno terror.
Dónde ve su aurora la cuerda, el átomo, la onda,
acaso el cosmos advierte su origen en una historia
de moléculas. Yo sólo soy una mirada, un instante,
un cuerpo que implora a las estrellas un poco de amor,
un poco de asombro. Yo no sé, las palabras urden mi noche.

(C) Wilson Pérez Uribe


El Astrófilo VIII



Noche sin estrellas: soy el guijarro
que rueda en el confín de las tinieblas,
la leve presencia que labra en palabras
el faro que advierte la densidad de tu piel.
He caminado la larga ausencia de tus ojos,
vanamente entretejo un ardid geométrico
que descifre la oculta luz de astros peregrinos.
Noche, eres insomnio, el cuervo que devora
mis pasos. Estás hecha de olvido, de espanto;
dónde queda la blanca luna y el infinito de estrellas,
dónde el aire tatuado de signos y de pupilas.
Me salvan la memoria, un antiguo mapa
y los dones de la tristeza: pulir en tu negro ámbito
un cristal donde fulgirá la efigie de mi poema.

(C) Wilson Pérez Uribe

Una selección de árboles